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[Marcelo di Marco]

Carmen Solís

[Marcelo di Marco]

Noticia biográfica

Soy Carmen Solís, escribo poesía. Me siento muy bien escribiendo y trabajando con Marcelo. Mi profesión fue, hasta no hace mucho, la danza contemporánea. Y creo que la música y la danza me siguen acompañando en la escritura. He publicado un libro el año pasado: Ana y otras historias.

[Marcelo di Marco]

Con los dedos...

Con los dedos
los ojos
el oído
con el sabor del agua
y atrapando el aroma de trigales

recibiendo los puntos cardinales
como lanzas en el pecho

Por estar en este lugar
y ser
al mismo tiempo
todos los lugares

busco anhelante
las palabras
que están bajo la piel
detrás del sueño

y construyo estas casas
de cristales
y fuego

[Marcelo di Marco]

Lectura

Cuánta palabra
que cree ser gloria
y es efímera
Cuánta sangre
cuánta pasión largada al viento
Será
que entre todas
con cada una
formarán un poema
que logrará ser
un poco eterno
qué digo
transmitido de una boca a otra
comentado
analizado gramaticalmente
estampado en una máquina de imprimir
gritado en el mercado
junto a exóticos aros artesanales
que nadie compra
O es que tanta palabra
va cosiendo el traje con que nos vestirán
alguna vez
cuando se nos terminen las palabras

[Marcelo di Marco]

Poeta

Necesito descansar
y que descanses
de este lago profundo de los sueños
Debemos salir del torbellino
por las henchidas venas
Desnudos
en las constelaciones del insomnio
agotados
de la profundidad
y de la pena
ven
busquemos el sol
respiremos en la playa abierta
Vistamos las palabras
que es decir
luz y plata
Deja en el fondo
el rostro de la muerte
Siéntate a mi lado
con tu manto púrpura
Poeta
descansemos

[Marcelo di Marco]

Nada



Nada te pediré

sola iré a la lluvia


Nada me pedirás

yo te daré el agua
el manantial
y el fuego

[Marcelo di Marco]

Cortejo


¿Será que es el tiempo
de alguna de mis muertes?
En el espejo
no se refleja nada
y hay una divagación
de madrugada
con los ojos insomnes
donde no cabe el día

Será el momento
tal vez
de sentarme tranquila
en un café
y ver pasar el cortejo
Unos tristes
otros
aliviados
Cada uno con pedazos dispersos
del ayer
Maniquíes mirando el vacío
eludiendo todo comentario
en la impaciente hora

Alguien llevan ahí
envuelta en sábanas prestadas
La que yo soy
se queda

[Marcelo di Marco]

Visitas

Se asoman transparentes
me miran
y desaparecen desoladas
(siempre me encuentran lejos)
Sé quienes son
y sin embargo
no acierto con los nombres
Van y vienen cantando
con mi voz
y con las voces
de otros
Traen mensajes
que sabía y olvidé
y tantos
que creía perdidos
No brillan
pero colman los vasos
los espejos de luciérnagas
Tienen pactos con la muerte
o al menos conocen su guarida
Buscan detrás de las máscaras de flores
y en los ojos vacíos
Llegan
muchas veces
con una niña de la mano
o una adolescente
vestida de blanco

[Marcelo di Marco]

Identidad

Buscando mi rostro
en las palabras
en los espejos de la sangre
Indagando las penas heredadas
como un órgano más
en mi esqueleto
La melancólica mirada
La sola soledad de siglos
Las cruces sostenidas por mandato
pasadas
de cordón en cordón
hasta mi ombligo
El sueño de amor
en que mis ojos
ya venían mojados desde otros
La risa a carcajadas por el miedo
La lanza clavada en mi cintura
y así y todo
girando
y girando en el espacio
aferrada a los cantos
y al sueño de volar
Sacándome
este pesado saco de fantasmas
este féretro putrefacto a la intemperie
corriendo
desde el primer horizonte
como un niño
como un hijo de Adán
recién imaginado

[Marcelo di Marco]

Un día de estos

Una mañana
sobre las once
me levantaré
despacio
me estiraré frente a la ventana
con mi bata de lana
y una sonrisa
anularé trabajos
arrancaré los cables
enterraré a los muertos
echaré a la calle
a los insidiosos
me lavaré las manos
y la cabeza
saldré descalza
sin maquillaje
a quitar máscaras
propias
ajenas
a reírme
de las bondades
que fueron tantas
que fueron otras
que fueron suyas
y qué me importa
saldré tranquila
no me partirá
ningún rayo
(aunque lo quieran)