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[federoco]

Mi boca ya cató
la abierta sal del palo

un llover de dedos y figuras
cuelgan del trapo de mi mano muerta

si entre los cojines ya gocé de la calzada
y el vino de la cita se sale de mi vaso

la luna de la tromba, en fria lividez,
revienta sobre el nudo,
y desde su dura posición
me observa

y si es que ya no hay mediastintas,
y es que el tiempo se me viene,
y soy pleno
a gozar de la severa juventud añosa
con toda la dignidad de que dispongo.



Mi boca ya cató
la abierta sal del palo

un llover de dedos y figuras
cuelgan del trapo de mi mano muerta

si entre los cojines ya gocé de la calzada
y el vino de la cita se sale de mi vaso

si una luna en tromba, de fria lividez,
revienta contra el nudo,
y desde aquella su dura posición
se anda riendo

será que ya no hay mediastintas,
y el tiempo se me viene.
Soy pleno
a gozar de esta severa juventud añosa
con toda la dignidad de que dispongo.